Часть 1. Homenaje a un genio
El proximo martes diez de este mes de octubre, se ha de celebrar en la famosa Galeria Nacional de Arte de Moscu, la insigne Tretiakov, principal depositaria de las bellas artes rusas, a las diez de la manana, la inauguracion de una exposicion que recoge cien obras de la plastica del pintor, filosofo y escritor ruso Nikolai Roerich. La muestra titulada «Los caminos de un maestro ruso» ha sido organizada para homenajear al gran artista en el ciento cuarenta y nueve aniversario de su natalicio, segun reporta el estudioso de la obra del consagrado intelectual, el poeta guanabacoense Rolando Toledo Rosabal, quien se halla en dicha ciudad para participar del acontecimiento. De la pintura de Roerich -quien dejara al morir una vasta coleccion de muy bien facturados cuadros- dijo el destacado fisico Albert Einstein: Su arte me encanta sinceramente y puedo decir sin exageracion ninguna que los paisajes nunca me han impresionado tan profundamente como los de sus cuadros.
Часть 2. Muy merecido
La primera vez que oí el nombre de Nikolai Roerich, fue hace varios años atrás cuando el poeta Rolando Toledo Rosabal me mostró unas postales, en las que se reflejaban las cumbres del Monte Himalaya, pintadas por el Maestro, con un muy particular uso de colores limpios y una exquisita claridad en las líneas. Bastó aquel instante para que yo captará la esencia magnífica de este ecepcional hijo de Rusia. Lejos estaba aún de conocer toda una gama de verdades que signaron su viva y su obra y, que Rolando se ocupó con el paso de los días de mostrarmelas. Por este amigo supe de la inclinación de Roerich hacia la filosofía y la arqueología, que pinto Miles de lienzos y escribió numerosas obras literarias, inspiro un convenio internacional sobre la protección de instituciones artísticas, científicas y monumentos históricos y creo una corriente universal de patrocinio de la cultura. Considerado un embajador de la paz, fue brillante figura pública y no por ello menos humilde. Y un viajero infatigable que visitó sitios geográficos impregnados por un acervo cultural legítimo como el Himalaya, Manchuria, Siberia, Mongolia, Tibet, Cachemira…
Por ello en estos días del mes de octubre en que se realiza en la Galería Nacional de Arte de Moscú, la insigne Tretiakov, principal depositaria de las bellas artes rusas, una exposición que recoge cien obras de la plástica del Maestro, organizada para homenajearlo en el aniversario 149 de su natalicio. Siento que algo muy justo y merecido está sucediendo.
Часть 3. La expedición asiática — Центрально Азиатская экспедиция профессора Н.К.Рериха
A finales del año 1923 el gran artista e intelectual ruso Nikolai Roerich y su familia, iniciaron una visita a la India en lo que sería el preámbulo de una importante gira por Asia Central. Aquel enorme país y todo ese continente, con una cultura milenaria y diversa cautivaban al viajero, al pintor y al científico que era. Entre sus muchos propósitos estaba observar de cerca las costumbres, la religión, el estado de los monumentos, investigar el ritmo migratorio de aquellos pueblos arcaicos, descubrir sus orígenes únicos por auténticos. Pero Roerich no sé conformo con visitar las grandes ciudades, sino que prefiere transitar una ruta audaz por regiones de bien difícil acceso, poco o nada recorridas. Sikkim, Cachemira, Ladak, Sinkiang, Siberia, Altai, Mongolia, Tibet, Transhimalya… en un periplo que se extendió hasta el año 1928, logrando tan excelentes resultados que se le considera entre las más importantes del siglo XX.
Por supuesto que la cercana y profunda vivencia que experimentará en estos remotos parajes, estímulo la creación artística y literaria del Maestro. La belleza inaudita de las montañas, las e hberantes tradiciones, de vinieron en series completas formadas por Miles de cuadros: «El Himalaya», «Shambala», «Kuluta», «Kulu», «Ashramas», «Gengis Kan», ”El Tibet», «Montañas sagradas», entre muchas otras. Estás obras han Sido expuestas en diversas ocasiones. Incluso la crítica especializada le otorgó el título de «Maestro de las montañas» También en la literatura este gran hijo de Rusia supo expresar el impacto que le dejo su presencia en Asia: obras de la estatura de «Himalaya. Diario de viaje» por solo mencionar una, así lo atestiguan.
Todo el caudal creativo de un genio tan ecumenico como Nikolai Roerich ha sido estudiado por numerosos especialistas del mundo entero. El poeta cubano Rolando Toledo Rosabal ha escudriñado con diligencia y celo la obra y vida del Maestro, siendo además un ferviente divulgador de la misma.